lunes, 18 de junio de 2012



No se qué quiero decir, no se qué quiero contar. No me encuentro bien, las cosas se vuelven a complicar. Ya sé que queda menos, y que el final de esta pesadilla está cerca, pero el cansancio del camino hace que pierda las ganas de todo. Pero tampoco nos podemos rendir, ya hemos llegado hasta aquí. 

A veces, por más que intente recuperar fuerzas y transformar los sentimientos, no resulta efectivo ¿para qué? Para que al día siguiente algo peor venga y se lleve por delante todo el trabajo realizado. Es desesperante.

Pero bueno, no hay elección. Con 19 años estos son problemas menores, se supone que cuando tenga 30 años más, la vida será más difícil, más dura, habrá más pruebas que superar. Hay que endurecerse y aprender de los obstáculos/ oportunidades que la vida nos regala.

Lo de siempre, y una vez más: relajarse, pensar, sonreír, descansar, disfrutar, saltar.


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