Esta mañana misma podría haberme despertado en un hotel en Manhattan. La cama está enfrentada contra una gran ventana con vistas a una ciudad que empieza a amanecer. Me quedo tumbada, observando los rascacielos, la luz del sol y el cielo mismo. Mi almohada y mi edredón son blancos de plumitas suaves. Cuando por fin ha salido el sol, son las 8:30. Es muy pronto, pero ya hay vida en las calles. llevo puestas unas braguitas y una camiseta de tirantes. Aunque estoy sola, me encuentro bien. Tranquila. Me voy a la ducha. Agua templada.
Ya estoy en la cafetería-buffet del hotel. Me cojo un croissant y revuelto de huevo, café y zumo de naranja. El camarero me ofrece un periódico, The New York Times. Las noticias son las mismas de siempre: política, economía, sociedad...¡cultura! ¿Qué ponen esta tarde en el cine? La nueva de Woody Allen, perfecto. Acabo de desayunar. El hilo musical está lleno de jazz de Nueva Orleans. Subo, me lavo los dientes, y me pongo mi sudadera gris con capucha, cojo mi cámara, mis gafas de sol y mi barra de labios rosa. Aunque ya son las 9:00 perdura la neblina de la mañana mezclada con el humo de los taxis.
Me pongo la capucha y las gafas. Manos en los bolsillos de la sudadera. Me dirijo a Central Park. Los árboles comienzan a ponerse naranjas, tonos que se combinan con los verdes perennes. Observo y hago fotos... Sueños.
XXX
Soy admirador de tus fantasias.
ResponderEliminar